Economía Senior

El envejecimiento de la población es una realidad que requiere el diseño e impulso de planes de acción para asegurar la atención de las necesidades de los adultos mayores por parte de las Administraciones Públicas. A su vez, constituye una oportunidad para el sector privado, teniendo en cuenta que según un informe de la Comisión Europea elaborado por el Grupo Technopolis y Oxford Economics, el consumo de productos y servicios de los adultos mayores puede alcanzar en Europa los 5,7 billones de euros en el año 2025. Este colectivo está impulsando la denominada economía plateada, ya que disponen de recursos económicos y su demanda impacta en sectores como la salud y la nutrición, el ocio y el bienestar, las finanzas y el transporte, la vivienda, la educación… Asimismo, incentiva la generación de empleo, especialmente en sectores como el sociosanitario.  

Consciente de ello, la delegación de Innovación Social y despoblamiento de la Diputación de Málaga organizó el pasado día 18 de octubre la jornada 'Economía sénior: Una apuesta de la provincia de Málaga', en la que Carlos Royo, director de Estrategia de Salud de GMV, compartió las buenas prácticas de la compañía en cuanto a incorporación de talento senior, así como alguno de los proyectos especialmente indicados para cuidar la salud de las personas adultas mayores que ha desarrollado el grupo tecnológico español.

Como recordó el directivo, el concepto de ancianidad en medicina hoy en día se contempla “a partir de 80 u 85 años, mientras que en mis comienzos como médico rural nuestros informes tipificaban a un adulto de 60 años como anciano”. Los europeos “cada vez vivimos más y mejor, y a su vez, un 45% de nosotros vamos siendo pacientes crónicos y ello impacta directamente en la sostenibilidad de los sistemas sanitarios”. Por ello, se han ofrecer soluciones para una mayoría de población que, “en diez o quince años seremos adultos mayores”, desarrollos que indefectiblemente “utilizarán tecnología digital, dando un giro de timón al modelo actual”.  

El Big Data y la inteligencia artificial “son herramientas tecnológicas que nos ayudan en la aplicación de la medicina personalizada y de precisión, ya que nos dan información sobre las necesidades individuales de cada persona”. Asimismo, con herramientas de salud digital como la desarrollada por GMV, Antari, se ha demostrado que las personas adultas mayores con fragilidad que son monitorizadas a distancia para su seguimiento médico en domicilio experimentan un retraso en la progresión de la fragilidad, así en como en las transiciones hacia ella.