¿Vendrá el autobús? Una introducción a la planificación y optimización del transporte público con recursos limitados
La planificación del transporte público es la metodología que permite a las autoridades y operadores de transporte público diseñar una utilización óptima de sus recursos escasos, principalmente vehículos y conductores.
A alto nivel, es posible dividir la planificación del transporte público en tres etapas; planificación estratégica, planificación operativa y planificación a posteriori o re-planificación.
La planificación estratégica del transporte público es una disciplina relacionada con la planificación urbana; y comprende el diseño de la red de transporte, la definición de rutas y la oferta horaria.
La definición de la topología – es decir las líneas y paradas que van a formar la red de transporte – puede ser una decisión fácilmente revocable en el caso de los autobuses, pero más irreversible en otros sistemas como BRTs, LRTs o metros.
Una vez definido el conjunto de líneas y paradas, el siguiente paso es definir las rutas que van a operar sobre esas líneas. En un trazado lineal suele haber típicamente una ruta de ida y otra de vuelta.
Sobre el conjunto de líneas, rutas y paradas se define la oferta horaria como el conjunto de las horas de paso por cada una de las paradas de la red. Para ello, se generan una serie de viajes o expediciones; entendiendo viaje como una sucesión de paradas recorridas en un orden determinado.
La planificación operativa comprende la generación de los servicios vehículo (SV) y servicios al conductor (SC), así como del cuadrante de turnos.
Un servicio vehículo (SV) es el conjunto de viajes o expediciones que un vehículo puede realizar a lo largo de una jornada. Análogamente, un servicio conductor (SC) es el conjunto de viajes o expediciones que un conductor puede realizar en esa misma jornada.
A la hora de generar los SV y SC, es importante tener en cuenta todas las restricciones que se deben cumplir, tanto legales (jornada máxima de trabajo, pausas estatutarias, …), como operativas (situación de las cocheras, sincronización de transbordos, sincronización de distintas rutas que pasan por una misma parada, mantenimiento predictivo y correctivo, repostaje,…).
Por otro lado, el cuadrante de turnos es la herramienta que permite a un operador de transporte público realizar el seguimiento de las horas trabajadas por sus conductores y otros empleados, con objeto de garantizar que se cumplan los distintos requisitos (convenios, reducciones de jornada, vacaciones, permisos, preferencias y limitaciones personales,…), así como balancear la carga de trabajo entre los distintos empleados.
El conjunto de problemas descrito ha supuesto a lo largo de los años un importante quebradero de cabeza para las autoridades y operadores de transporte público. Un intrincado sudoku cuya resolución se complica exponencialmente a medida que crece el tamaño de la red y flota.
Tradicionalmente, se han utilizado distintas herramientas más o menos artesanales; desde la planificación en papel a bases de datos no interconectadas que suponen una planificación muy laboriosa, un difícil registro de datos históricos y una fuerte dependencia de gurús, o expertos en planificación que tras años lidiando con esta problemática se vuelven imprescindibles en sus organizaciones.
Para facilitar la gestión eficaz y eficiente de la planificación y para optimizar los siempre escasos recursos disponibles, GMV ofrece a las autoridades y operadores de transporte público la suite GMV Planner, un conjunto de herramientas basadas en potentes algoritmos matemáticos; que permite gestionar los distintos aspectos de la planificación de forma sencilla y eficaz; liberando así a los expertos de tareas tediosas; de manera que estos puedan dedicar su tiempo a otras tareas de mayor valor añadido para la organización.
Autor: Iker Estébanez