Seguridad en el transporte público
La seguridad de los pasajeros y del personal ha sido siempre una preocupación de los operadores y autoridades que gestionan el transporte público.
Desde el surgimiento de las tecnologías que permitieron hace más de 25 años la aparición de los ITS para transporte público, la seguridad fue uno de los elementos que experimentó una revolución. En el caso del transporte público en autobús por ejemplo, no existía ningún tipo de contacto entre conductor y controlador más allá de la conexión de voz por radio. Los primeros Sistemas de Ayuda a la Explotación (SAE) ya incluían la instalación de un sistema de alarma silenciosa por medio de botón o pisón de emergencia que, ante una incidencia, permitían al conductor enviar una alarma al centro de control y abrir una comunicación de voz por micrófono ambiente, lo que permitía al controlador escuchar lo que estaba sucediendo en el interior del vehículo en tiempo real. Este sistema se ha mantenido en los SAEs actuales, aunque se ha reforzado con otros sistemas más avanzados de seguridad como la videovigilancia embarcada (CCTV).
Los sistemas CCTV tienen una larga trayectoria como elementos de seguridad de edificios e instalaciones, sin embargo, su instalación en vehículos conlleva una serie de particularidades que han hecho que su despliegue no se haya hecho efectivo más que en los últimos 10 años. Estas particularidades son:
- Las situaciones de incidencia requieren que, en el momento en que el conductor pulse el botón de emergencia, se transmita la imagen en tiempo real al centro de control. Puesto que es necesario el uso de comunicaciones móviles el ancho de banda es clave. En la actualidad las redes 4G permiten un streaming de vídeo estable y de calidad, aunque al estar el vehículo en movimiento hay que lidiar con pérdidas de cobertura, pérdidas de ancho de banda, etc, debiendo estar los sistemas preparados para adaptarse a estos cambios.
- La instalación del equipamiento en vehículos requiere certificaciones especiales en cuanto a resistencia a vibraciones, compatibilidad electromagnética, rango de temperatura, antivandalismo, etc. siendo especialmente rigurosas en el caso del transporte ferroviario.
- En el caso de las cámaras además es necesario que cumplan una serie de requisitos de tamaño reducido, alto rango dinámico para adaptarse a las condiciones de luz cambiantes y gran área de visión. En la actualidad los fabricantes de cámaras ya disponen de un amplio catálogo de cámaras específicas para vehículo ya sea autobús o ferroviario.
- Los sistemas de grabación y transmisión de vídeo (DVR) embarcados, que en sus inicios eran simples adaptaciones de los DVR analógicos tradicionales, en la actualidad están muy especializados para su uso en ITS, con la incorporación de discos SSD e integrables en redes IP junto con las cámaras. En algunos casos, como por ejemplo el REC30 de GMV, estos equipos incorporan además la funcionalidad SAE y CCTV en un único dispositivo.
Hoy en día las flotas de transporte público ya incorporan estos sistemas como parte del equipamiento estándar de ITS aportando seguridad para viajeros y conductores. Aportan grandes ventajas como el poder disponer de grabación continúa de lo que sucede en el interior del vehículo, transmisión en tiempo real en caso de incidencia y todo ello referenciado a vehículo, línea, trayecto y posición.
GMV fue pionero en la instalación de sistemas CCTV con un primer proyecto en el año 2007 en los buses “búho” de TUVISA (Vitoria) y en la actualidad disponemos de más de 4.000 vehículos instalados, tanto en autobús como en metro, tren y tranvía.
Autor: Isidro Prieto Valderrey