Completada la puesta en servicio del Sentinel-1A y la transferencia del satélite al equipo a cargo de su explotación, el día 6 de octubre, la ESA (Agencia Espacial Europea) emitía un comunicado en el que informaba de que los usuarios podían disponer de todos sus datos de observación de la Tierra.

Este anuncio marca el comienzo de la vida operativa del satélite Sentinel 1A: la cobertura radar para una variedad de aplicaciones en el área de los océanos, el hielo, los cambios terrestres y la respuesta ante emergencias y catástrofes.

Lanzado el 3 de abril, el Sentinel-1A, completó su puesta en servicio el 23 de septiembre, un proceso fundamental que asegura que los instrumentos de la plataforma, la adquisición de datos y su procesamiento de datos están funcionando bien.

Además de pasar estas pruebas y llegar a su órbita de destino el 7 de agosto, el Sentinel-1A tuvo que realizar hasta ocho maniobras anticolisión para evitar desechos espaciales. El satélite comenzará ahora a entregar sus escaneos radar para una gama de servicios.

El satélite Sentinel-1A es el primero del programa de Vigilancia Global para el Medio Ambiente y la Seguridad, Copernicus, iniciativa de la Unión Europea y de la ESA mediante el cual Europa está dotándose de capacidad y autonomía tecnológica para Observación de la Tierra. Es, asimismo, un destacado ejemplo de la excelencia tecnológica europea diseñado y construido por un consorcio de unas 60 compañías y dirigido por Thales Alenia Space y Airbus Defence and Space.

GMV desempeña un papel importante en el programa Copernicus, participando activamente en diferentes proyectos, tanto para el segmento de tierra como para el segmento espacial y proporciona, durante el lanzamiento, servicios de soporte a los Sistemas de Control y Planificación de Misión. En concreto, para el satélite Sentinel 1A, GMV ha contribuido en el de análisis de misión, el desarrollo del simulador operacional, en el sistema de control, en la planificación de la misión y en la provisión de servicios del satélite.