La rápida urbanización del planeta y la hiperconectividad, junto a la constante inversión en transformación tecnológica, nos están conduciendo a una economía cada vez más compartida y dirigida a modelos de negocio enfocados en servicios. En esta línea surgen oportunidades para externalizar servicios, ahorrar costes de inversión y estar más cerca de los clientes.

Los cambios que antes tardaban años en implantarse, ahora suceden en meses gracias a la servitización. Los modelos “as a service” tratan de acompañar a los clientes a adaptarse al nuevo entorno y transforman sus sistemas poniendo foco en pasar de un negocio transaccional a un negocio contractual. Una estrategia basada en la confianza y el beneficio mutuo donde la personalización es fundamental, de cara a dar servicios en torno al cliente final, en vez de centrarse únicamente en ofrecer un producto. Estos modelos dan a las empresas la flexibilidad necesaria para beneficiarse de las nuevas tecnologías, puesto que eliminan costosas inversiones como las de actualización y mantenimiento. Asimismo, facilitan también el poder escalar, de forma rentable, cuando hay que adaptarse a los cambios en el propio negocio.

En el evento de innovación industrial, MetalMadrid, GMV ha presentado este modelo de negocio que está resurgiendo de la mano de la Industria 4.0, dando a conocer casos de uso y ventajas que ofrece un modelo de Machine-as-a-service en el sector industrial. Una propuesta que se adapta a las necesidades actuales de la industria, ofreciendo la posibilidad de personalizar el servicio y vender un KPI (tiempo, piezas producidas, errores detectados, etc.) como un diferenciador, además de reducir los costes y riesgos que supone adquirir, poner en marcha y mantener una máquina. Con este nuevo modelo la industria tiene a su disposición un equipo más inteligente, con la posibilidad de supervisar de forma remota y realizar la financiación y otros servicios de forma personalizada, además de asegurar el funcionamiento del equipo de manera consistente y con un respaldo en garantía y seguro. A su vez, se puede complementar este modelo de negocio con el uso de aplicaciones que controlan todos los activos de manera segura y centralizada.

Como ejemplos de aplicación de este modelo de negocio, coexistimos con sistemas de inspección basados en plataformas móviles autónomas que cuentan con kits de sensórica modular y en los que la facturación se realiza en base a la información proporcionada y las distancias recorridas. Del mismo modo, las aplicaciones de visión artificial basadas en redes neuronales y aprendizaje reforzado son capaces de realizar tareas de clasificación aprendiendo del conocimiento humano, y su facturación se puede realizar en base a las imágenes clasificadas. También son protagonistas de este modelo la robótica colaborativa e industrial, centrándonos en la automatización de líneas de producción como medio para aumentar la producción con un bajo coste de implantación, programación y distribución en planta. En este caso, como el fabricante está presente a lo largo de toda la vida del robot, y no únicamente hasta su implantación en la planta, se puede monitorizar y obtener datos sobre el uso que se da al equipo y así ir ajustando su oferta a la necesidad real del cliente.