La innovación biomédica está liderando la transformación digital en el ámbito de la salud, permitiendo avances como los modelos de interoperabilidad o la receta médica electrónica, entre otros, y asumiendo retos como la monitorización de los ensayos clínicos, la firma electrónica en contratos de investigación clínica o la adaptación del trabajo ante el nuevo marco normativo en protección de datos. De ello se ha tratado en una jornada de trabajo organizada por la Fundación IDIS, en la que GMV forma parte como socio tecnológico, y con la colaboración de farmaindustria, ASEBIO y FENIN.

El papel determinante de la transformación digital y la integración de los sistemas tecnológicos para mejorar los resultados de salud e incrementar la eficiencia, aprovechando las grandes oportunidades que nos ofrece el procesamiento y análisis masivo de datos para establecer modelos predictivos a través de tecnologías como el “Big data, Smart data, Machine Learning, etc…”, la medicina no presencial síncrona o asíncrona o la monitorización de constantes y evolución en procesos crónicos con plataformas como antari, desarrollada por GMV, fue una aseveración en la que coincidieron los participantes en el debate. Como ejemplo de proyecto de vanguardia biomédica, Farmaindustria destacó HARMONY, cuyo objeto de investigación se centra en los cánceres hematológicos y donde GMV está desarrollando una plataforma Big Data para el tratamiento de datos masivo, como único socio tecnológico de la alianza.

Asimismo, el equilibrio que ha de existir entre la protección de los datos personales y el desarrollo de la investigación biomédica, para que un exceso de celo no pueda frenarla, fue otro de los temas que se abordaron. En este sentido, Carlos Royo, Director de Estrategia de Salud de GMV insistió en que “al igual que podemos ceder nuestros órganos, ¿por qué no puedo ceder mis datos clínicos para que se investigue sobre una enfermedad crónica que padezco?”.

Las TIC, aplicadas a los sistemas de salud se están mostrando como una herramienta necesaria para reducir el índice de recaída en ciertas enfermedades, identificar grupos de riesgo o involucrar al paciente en el cuidado de su propia salud. De hecho, se estima que un paciente empoderado presenta unos costes entre un 8 y un 21% inferiores, a la vez que se incrementa el seguimiento y cuidado de su enfermedad debido a la corresponsabilidad del individuo en la gestión de su propia salud.

Desde la industria Biotech, el Presidente de ASEBIO hizo hincapié en el gran avance que han experimentado los procesos diagnósticos gracias a la obtención de grandes volúmenes de datos de pacientes en el entorno clínico (Big Data) y su tratamiento con herramientas tecnológicas que permiten extraer información de valor para la toma de decisiones en la diagnosis y prescripción.