La robótica colaborativa como una gran oportunidad en la automatización industrial
La industria está sufriendo un proceso de transformación en el que influyen retos significantes que hay que valorar y tener en cuenta para que el negocio funcione de manera más rápida, segura y eficiente. Una labor en la que la automatización puede ser fundamental, convirtiendo los robots colaborativos (o cobots) en socios empresariales encargados de aumentar la productividad y mejorar la calidad del negocio.
Ángel Cristóbal Lázaro, Business Partner y Experto en Tecnologías Habilitadoras de Secure e-Solutions de GMV, ha intervenido en la segunda sesión de conferencias organizadas por enerTIC sobre tecnologías aplicadas a la eficiencia energética en la Industria 4.0, explicando cómo la robótica colaborativa y los nuevos modelos de desarrollo pueden impulsar una industria más eficiente. Una ponencia que comenzaba destacando la automatización como una tecnología clave para traer la producción a los países desarrollados (reshoring), además de reflejar las ventajas que ofrece la robótica colaborativa frente a la tradicional.
El rápido avance de la robótica colaborativa, y su integración con nuevos modelos de desarrollo basados en IoT, Big Data, Cloud Computing e Inteligencia Artificial, además de otras tecnologías disruptivas, va a cambiar de forma permanente el entorno industrial actuando como catalizador para favorecer la Industria 4.0 y la conexión entre máquinas, herramientas, sistemas e incluso piezas, maximizando la eficiencia y dando una respuesta rápida y flexible. Con estos nuevos modelos de desarrollo se abre un abanico de oportunidades para las industrias como la minería de procesos, mantenimiento predictivo, simulación, robótica en la nube, visión artificial, aprendizaje automático, optimización de rutas y un largo etcétera que comentó Cristóbal Lázaro durante su intervención.
Caracterizados por su ligereza, flexibilidad y precisión, los robots colaborativos están diseñados especialmente para interactuar codo con codo con humanos en un espacio de trabajo compartido sin necesidad de instalar medidas de seguridad (incluyen modernos sensores que hacen que se inmovilice al mínimo contacto). Su reducido tamaño y flexibilidad los diferencian de los robots industriales tradicionales y los hacen idóneos para cualquier tipo de empresa sin depender de su tamaño. Muestran un rápido retorno de inversión, no requieren técnicos especializados para su montaje y ningún tipo de formación específica, se pueden reconfigurar e instalar de forma sencilla para operar en diferentes tareas de producción y permiten a las empresas optimizar su productividad.
En cuanto a la eficiencia energética, los cobots no necesitan descansos periódicos y pueden llevar a cabo tareas sin parar y con mayor rapidez, siendo capaces de producir más en menos tiempo y suponiendo un ahorro energético. Asimismo, la aplicación de técnicas de Inteligencia Artificial como los algoritmos desplegados en plataformas de Cloud Computing permiten generar infinidad de escenarios que permiten maximizar parámetros de procesos como puede ser el consumo energético o el desgaste de piezas, lo que contribuye a reducir los plazos de retorno de inversión. Además, la precisión de estos dispositivos supone una reducción importante en el índice de desperdicio de materiales y energía durante la producción.
En GMV trabajamos en nuevos modelos de desarrollo que contribuyen a impulsar la Industria 4.0, aplicando DevOps a la robótica colaborativa con el objetivo de cumplir las necesidades de nuestros clientes y de impulsar el sector industrial hacia la transformación digital.