Las nuevas reglas del juego en la Incorporación de Talento en GMV
Jugar es divertido y placentero, jugando se recrean situaciones de la vida real en las que se ensayan conductas. El juego es importante y necesario en las primeras etapas de la vida. Pero no solo es cosa de niños, el ser humano es una de las pocas especies que muestra conductas de juego, también en su etapa adulta.
¿Por qué es tan atractivo? Porque cumple una función socializadora, evasiva y de recompensa, en definitiva, hace romper barreras cognitivas y emocionales que difícilmente se experimentarían en otras situaciones cotidianas. Y es este componente emocional lo que convierte al juego en una actividad tan reveladora y que haya cruzado la frontera de lo estrictamente lúdico. Por ello, se está extendiendo la tendencia de aplicar las mecánicas de juego en entornos ajenos a él, designada como gamificación.
En GMV, fieles a nuestro espíritu innovador y como parte de nuestra estrategia, estamos aplicando un nuevo paradigma en la incorporación de talento, aportando un valor añadido no solo para la empresa sino también para el candidato. Este método tiene muchas ventajas, entre las que destaca la posibilidad de evaluar un amplio abanico de competencias, en un entorno que propicia la espontaneidad y permite mostrar la auténtica personalidad gracias al contexto lúdico.
Las primeras sesiones se celebraron a principios de 2017, y los buenos resultados recogidos han motivado para continuar con una segunda edición de esta nueva alternativa para la adquisición del talento en GMV. En ambos procesos de evaluación se han utilizado dinámicas de juegos para evaluar competencias cognitivas, como el razonamiento abstracto y la capacidad numérica, y competencias laborales, como la tolerancia al estrés, la organización y el trabajo en equipo. Gracias a esta técnica se genera un ambiente distendido en el que se muestran diferentes dimensiones de la personalidad.
Desde GMV se han recibido más de 800 candidaturas, en cada edición; de las cuales, 48 han sido seleccionadas para el proceso de evaluación. Tras el proceso de selección, se continuó con la formación especializada demandada en proyectos concretos de GMV. Finalmente se han incorporado 8 personas a la plantilla por cada convocatoria, siendo los que mejor desempeño demostraron durante el periodo de formación previo. La buena acogida por parte de los candidatos es inmediata., las experiencias son muy positivas y esto reporta beneficios que retroalimentan el proceso.