Despega el satélite medioambiental Sentinel-1B
Después de tres intentos fallidos, debido a motivos meteorológicos y técnicos, el satélite europeo Sentinel-1B despegó con éxito el lunes 25 de abril a las 21:02 desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
El Sentinel-1B es el cuarto satélite del programa europeo de Vigilancia Global para el Medio Ambiente y la Seguridad Copernicus mediante el cual Europa está dotándose de capacidad y autonomía tecnológica para Observación de la Tierra.
En la actualidad, el programa de satélites de Copernicus, está compuesto por cinco familias de satélites: Sentinel-1, diseñado para garantizar la continuidad de los datos radar de los satélites ERS y Envisat. Sentinel 2 y Sentinel 3 dedicados a la vigilancia de la tierra y de los océanos. Sentinel 4 y 5 que estarán dedicados a misiones de meteorología y climatología, basados en el estudio de la composición de la atmósfera.
GMV desempeña un papel importante en el programa Copernicus, participando activamente en diferentes proyectos, tanto para el segmento de tierra como para el segmento espacial y proporciona, durante el lanzamiento, servicios de soporte a los Sistemas de Control y Planificación de Misión. La contribución de GMV en el satélite Sentinel 1B es la siguiente:
- Análisis de la misión
- Desarrollo del simulador operacional del satélite
- Desarrollo del centro de control ESA-ESOC
- Soporte al desarrollo del sistema de dinámica de vuelo para ESA-ESOC
- Desarrollo del core PDGS (Payload Data Ground Segment) del satélite, siendo responsable de las instalaciones de planificación de la misión
- Soporte a operaciones en ESOC, en relación con los sistemas indicados anteriormente, incluyendo las fases iniciales del “LEOP” y “commissioning”
- Responsable de la provisión de los servicios de determinación precisa de orbita (Precise Orbit Determination - POD)
El Sentinel-1B se unirá a su gemelo casi idéntico cuyo lanzamiento fue hace dos años (Sentinel-1A) y ambos orbitarán a 180 grados de separación, lo que proporcionará una cobertura mucho más completa del planeta para monitorizar el medio ambiente.
La flota de satélites proporcionará una cantidad ingente de datos e imágenes fundamentales para el programa y ofrecerá una serie de servicios clave para un amplio espectro de aplicaciones: monitorización del terreno, seguimiento del entorno marítimo, gestión de crisis y catástrofes, conocimiento de la atmósfera terrestre, y seguimiento del cambio climático, además de seguridad.