Innovación, el camino para el desarrollo sostenible de las empresas
“Necesitamos más campeones de la innovación”, con esta exhortación abrió Luis Fernando Álvarez-Gascón, Director General de Secure e-Solutions de GMV, la mesa de debate “Metodologías, Herramientas, y Mecanismos de Innovación” que moderó en el II Congreso Nacional de Innovación de APD. Si bien el encuentro reunió a un nutrido número de representantes de empresas preocupadas por la innovación, tal y como expuso el directivo remitiéndose a cifras del INE, poco más de un 20% de las españolas con más de 10 empleados contemplan la innovación como el camino para el desarrollo sostenible. En su opinión, la I+D no está al alcance de todas las empresas pero la innovación si debería estarlo, todas deberían buscar una aproximación sistemática hacia posiciones innovadoras. El porcentaje dado por el mencionado instituto de estadística sitúa a España por debajo de Turquía, y no supone ni la mitad de la tasa de Italia, menos aún si la comparamos con Alemania.
Como afirmó el directivo, tenemos un déficit importante, y habría que analizar cuál es la barrera con la que chocan nuestras empresas. El INE apunta a causas de perfil económico-financiero y a factores cualitativos. Para perfilar estos elementos en detalle, se está realizando una encuesta por parte de APD, en colaboración con el Foro de Empresas Innovadoras, que permitirá analizar la visión que tienen los directivos sobre esta problemática, recordó.
Que tantas organizaciones den la espalda a la innovación es bastante difícil de asumir dada la importancia de ésta en el desarrollo de las organizaciones, reconocida por un porcentaje muy elevado de directivos que, a la vez, manifiestan de forma muy mayoritaria su insatisfacción con la actividad desarrollada en dicha materia. Solo un 12% de los proyectos de I+D ofrecen un retorno positivo a la inversión, cifra que cae hasta el 4% en el caso de las iniciativas de innovación. Se pone así en valor la importancia de la innovación, pero hay que ejecutar mejor los proyectos y mejorar su rendimiento, constató el directivo.
En este sentido, durante el coloquio se planteó la necesidad de definir como innovación aquellos proyectos que agreguen valor en relación con lo ya existente, es decir, que creen conocimiento susceptible de ser aplicado generando valor añadido. También se puso de manifiesto la importancia de aplicar metodologías de mejora continua a los procesos de innovación, de forma que éstos se sometan a una sistemática en su definición, desarrollo y ejecución.
Igualmente, también se abordó la utilidad de un sistema de I+D basada en estándares certificados y se coincidió en que la innovación es un proceso más de la organización que debería beneficiarse de normas que sirvan de referente. También, en que es necesario asignar dotaciones presupuestarias adecuadas, contar con líderes que dispongan de autonomía, establecer métricas para la innovación que faciliten indicadores para informar sobre la eficiencia del proceso en curso y patrocinar los proyectos desde el máximo nivel de la compañía, se coincidió por los participantes de la mesa.
Asimismo, tuvo consenso que la innovación debe enfocarse desde una perspectiva abierta, y en este sentido es importante perseguir la colaboración con otras organizaciones: proveedores, clientes, etc. Es fundamental mantener un propósito común alineado y sistematizar el proceso y, por lo tanto, medir, controlar y marcar tareas. La innovación, ha de tener éxitos inmediatos, aunque sean pequeños, ya que genera mayor colaboración, se apuntó.
Para concluir, Álvarez-Gascón planteó la cuestión sobre el papel de las tecnologías digitales al desarrollo de la innovación, señalando que, como herramientas, las propias TICs incorporan innovaciones que resuelven problemas cotidianos de la vida de las empresas, pero también contribuyen a acelerar los procesos de innovación, como es el caso de la tecnología blockchain, la inteligencia artificial o la robótica en el ámbito del sector servicios.