El día 13 de diciembre se lanzó con éxito, a bordo de un cohete Ariane-5 desde el puerto espacial europeo situado en la Guayana Francesa, el satellite «imager» MTG-I, primer satélite de la serie MTG (Meteosat Third Generation).

Fruto de la larga cooperación entre la ESA y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT, por sus siglas en inglés), MTG es uno de los sistemas de satélites geoestacionarios meteorológicos más complejos e innovadores jamás creados. La constelación completa consta de seis satélites: cuatro satélites de imágenes o «imager» y dos satélites de sondeo o «sounder» (que serán los primeros operativos en una órbita geoestacionaria).

En el marco del programa MTG, GMV es responsable del desarrollo del MOF (Mission Operation Facility), que incluye los principales elementos del segmento terreno para comandar y controlar la flota de satélites geoestacionarios de próxima generación de Eumesat: el sistema de control de misión (MCS), el sistema de planificación de misión (MPS) y el sistema de dinámica de vuelo (FDS).

Igualmente, GMV ha estado involucrada en las actividades de procesado de carga útil siendo responsable del desarrollo de los prototipos de los procesadores relacionados con la carga útil del satélite, incluido el simulador de instrumentos, junto con la adquisición del sistema de procesado de operaciones.

Estos sistemas están asimismo respaldados por un conjunto de herramientas operacionales para la automatización, la preparación de operaciones y la gestión de la configuración.

Esta nueva generación de satélites meteorológicos está diseñada para revolucionar el pronóstico del tiempo y permitir una monitorización más precisa de nuestra atmósfera, tierra y océanos, ofreciendo una mejora significativa de las capacidades de generación de imágenes actuales proporcionadas por Meteosat Second Generation (MSG).

Las observaciones tomadas por los satélites MTG respaldarán el desarrollo de productos y servicios que pueden brindar importantes contribuciones a la extinción de incendios, pronósticos de la calidad del aire, control del tráfico aéreo, misiones de búsqueda y rescate, reducción del riesgo de desastres, productividad agrícola, gestión marina y costera, producción de energía sostenible, y mucho más.