GMV colabora con HALO Space para acercar el turismo espacial
Hacer turismo espacial será una realidad gracias al proyecto de la empresa española HALO Space, en la que GMV tiene un papel clave, que plantea una experiencia de vuelo estratosférico a una altura de entre 30 y 40km sobre el nivel del mar y unas seis horas de duración. Tiene como objetivo realizar, con 0 emisiones, unos 400 viajes comerciales al año para 3000 pasajeros dispuestos a abonar entre 100.000 € y 200.000 € por viaje a partir del 2029.
GMV, como socio de primer nivel del consorcio industrial de HALO Space, está actualmente a cargo de los centros de control en tierra que incorporan los sistemas de planificación de vuelo y de monitorización de los elementos embarcados (cápsula, globo, paracaídas y parafoil), así como del soporte a la navegación para el piloto. Adicionalmente, GMV está también colaborando en la definición de los perfiles de vuelo y aspectos operacionales para su futura certificación durante las siguientes fases del proyecto.
Desde su nacimiento en 2021, GMV comenzó a trabajar estrechamente con HALO Space y el resto de los miembros principales del consorcio CT Ingenieros y Aciturri Aeronáutica. Durante la primera fase, los esfuerzos se centraron en la definición del concepto de negocio y de misión. Esta última consiste en embarcar ocho clientes más un piloto en una cápsula presurizada que se eleva con un globo de helio (o hidrógeno en un futuro) hasta una altura suficiente como para que los pasajeros puedan disfrutar del halo azul de la atmósfera y de la curvatura de la tierra sobre el fondo negro del espacio.
Todo ello para que posteriormente, globo y cápsula comiencen un suave descenso hasta una altura de 8km donde el globo se separa de la cápsula para despegar un parafoil que permita, mediante planeo, aterrizar la cápsula en alguno de los lugares predefinidos. Durante estos estudios y discusiones sobre conceptos, GMV aportó su experiencia en análisis de dinámicas de vuelo, así como en comunicaciones por radiofrecuencias y desarrollo de centros de control.
La segunda fase contempla la ejecución de una serie de vuelos a modo de prueba de concepto. Para ello, se están utilizando ya los prototipos tanto de los elementos del segmento de vuelo, como de aquellos desarrollados por GMV en tierra: un algoritmo de predicción de trayectorias basado en un modelo físico de la atmósfera y sus efectos sobre un globo (BFPS o Balloon Flight Path Simulator, desarrollado por GMV en España); alimentado por un sistema de recepción, procesado y almacenamiento de telemetría (MCS o Mission Control System, desarrollado por GMV en Rumanía).
Por un lado, el BFPS permite simular y confirmar la viabilidad del vuelo, y se utiliza para calcular los volúmenes de gas necesarios, lastres y eventos (E.g.: duración del crucero) que permiten la navegación, así como los lugares de aterrizaje alcanzables más seguros para la cápsula y sus ocupantes. Estos eventos conforman el plan de vuelo que se comunica a aviación civil antes del despegue. Por otro lado, el MCS permite controlar, desde tierra y en la cabina, los parámetros medidos de la cápsula (E.g.: Presiones, temperaturas, tensiones, actitudes, etc.), así como localizar el conjunto en todo momento a través de su posición y altura por GPS, que permiten a su vez actualizar las predicciones del algoritmo en tiempo real durante el vuelo. El MCS es un spin-off de un contrato de la ESA relativo a un producto desarrollado por GMV en Rumanía relacionado con la integración de HAPS en centros de control de satélites, que fue configurado para cumplir con los requisitos de la misión HALO.
A estos sistemas principales, se incorporarán en el futuro sistemas de planificación de misión que cubran todas las actividades operacionales para la gestión de los pasajeros y los equipos en tierra; sistemas de análisis post-vuelo, simuladores para el entrenamiento de pilotos... GMV propone desplegar estos sistemas en una nube que permita a HALO Space acceder y monitorizar cualquier cápsula en el aire y cualquier actividad en tierra que se estén desarrollando en paralelo en sus diferentes estratopuertos alrededor del mundo.
El pasado 7 de diciembre, HALO Space junto con el Tata Institute of Fundamental Research (TIFR) y con el apoyo operativo on-site de GMV durante el vuelo y apoyo remoto desde España y Rumanía, completó con éxito el primer vuelo de prueba, consiguiendo llevar la primera cápsula prototipo a más de 37km de altura en un vuelo de una duración aproximada de 4h despegando en Hyderabad (India) y aterrizando, como calculado por nuestros algoritmos, a 32km de distancia al Noroeste en un descampado a las afueras de Mogiligundla. Durante ese periodo GMV estuvo recibiendo, procesando y mostrando a los miembros del equipo la telemetría de los instrumentos embarcados mientras se validaban las predicciones en la trayectoria.
En paralelo, con la preparación de los siguientes vuelos, GMV trabaja ya en la definición de las siguientes fases, donde se pretende recopilar y preparar toda la información necesaria para comenzar los procesos de certificación del sistema completo, necesarios para embarcar a los primeros pasajeros.