El laboratorio de componentes electrónicos, sito en las instalaciones de GMV en la calle Santiago Grisolía de Tres cantos (Madrid), ha obtenido la certificación de acuerdo con la norma UNE-EN 61340-5-1:2016 mediante la cual se garantiza la protección de componentes electrónicos frente al fenómeno electrostático. Esta certificación supone una gran ventaja añadida, pues supone un avance en los ya altos estándares del Sistema de Gestión de Calidad de GMV.

Las descargas electrostáticas o ESD (electrostatic discharge) afectan a las actividades de manufactura, ensamble, instalación, empaque, etiquetado, servicio, prueba, inspección o cualquier otra actividad que implique manejo de partes eléctricas o electrónicas, ensambles, así como a equipos susceptibles de sufrir daños por ESD mayores o iguales a 100 voltios y a los procesos diseñados para manejar dispositivos que tengan una sensibilidad a las ESD.

El laboratorio de GMV se puso en marcha en julio de 2019. Estas instalaciones constan de la sala de montaje e integración de 115 metros cuadrados, la sala de mecánica de 23 metros cuadrados, la sala de soldadura de 33 metros cuadrados, la sala de pruebas de sistemas de 18 metros cuadrados y la sala de empaque y envíos de 24 metros cuadrados.

En estas instalaciones, el equipo de SPASS-SEM-HW (Soporte en Ingeniería y Fabricación – Hardware) de GMV desarrolla actividades de hardware sobre ingeniería, fabricación, verificación, procesos de calidad, procedimiento de compras, apoyo a pruebas en laboratorios, simulaciones y pruebas funcionales, para distintos proyectos de las áreas de negocio de la compañía.

En el marco de la norma UNE-EN 61340, este laboratorio de GMV se someterá a auditorías periódicas como parte del compromiso continuo de la compañía con la Calidad.