De la cooperación a la coordinación de las futuras adquisiciones conjuntas de la UE ¿Es viable?
A lo largo de 2022 hemos visto como los Estados miembros, impulsados por la Comisión y el Consejo de la Unión Europea, han avanzado en la senda de la cooperación en el desarrollo de capacidades militares, de manera significativa. A raíz del conflicto en Ucrania, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en Versalles, Francia, en marzo del 2022 para abordar tres dimensiones clave:
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el refuerzo de nuestras capacidades de defensa,
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la reducción de nuestra dependencia energética, y
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el desarrollo de una base económica más sólida.
En relación con el refuerzo de las capacidades de defensa de la Unión Europea, se invitó a la Comisión Europea a realizar un análisis sobre los déficits de inversión en materia de defensa y el camino a seguir, en coordinación con la Agencia Europea de Defensa (EDA). Dicho análisis, denominado “Defence Investment Gaps Analysis and Way Forward (DIGA)” se presentó en mayo del 2022 e incluye recomendaciones para potenciar la base industrial y tecnológica de defensa europea.
El informe identifica carencias en tres áreas clave:
En relación con el gasto en defensa, el documento expone que aun habiéndose anunciado por parte de los Estados Miembros aumentos de sus presupuestos de defensa cercanos a los 200.000 millones de euros adicionales en los próximos años, sin un enfoque coordinado, el aumento del gasto corre el riesgo de conducir a una mayor fragmentación y deshacer los progresos realizados hasta ahora. Aunque estos aumentos son esenciales, se producen después de años de importantes recortes y de una grave falta de inversión. De 1999 a 2021, el gasto combinado de defensa de la UE aumentó un 20%, frente al 66% de Estados Unidos, el 292% de Rusia y el 592% de China.
En relación a la base industrial, el informe señala que, a pesar de la competitividad general del sector, la demanda está fragmentada y por ende la industria sigue estructurada según las fronteras nacionales, a excepción de los sectores de la aeronáutica y los misiles. Junto a esto, existen dependencias para equipos clave de defensa para los que la base industrial y tecnológica de defensa europea no ofrece soluciones propias.
Por último, con relación a las capacidades militares, se identifican tres prioridades urgentes: reponer los arsenales, sustituir los sistemas heredados de la era soviética y reforzar los sistemas de defensa aérea y de misiles. Más allá de estas carencias urgentes de capacidades, se propone trabajar en una serie de capacidades estratégicas a medio y largo plazo en los ámbitos de la defensa aérea, terrestre, marítima, espacial y cibernética.
A raíz de este informe se creó un grupo de trabajo, formado por la EDA, la Comisión, y el Estado Mayor de la Unión Europea denominado Defence Joint Procurement Task Force (DJPTF). Su misión es apoyar la contratación conjunta y reponer la falta de existencias generadas por el apoyo prestado a Ucrania. Los trabajos desarrollados en el seno de esta Task Force serán implementados gracias al “Instrumento” EDIRPA (European Defence Industry Reinforcement through common Procurement Act), herramienta dotada inicialmente con 500 millones de Euros y diseñada para favorecer la adquisición conjunta a muy corto plazo y con carácter urgente, con lo que se pretende restablecer los stocks y disponibilidad previos al conflicto, además de favorecer asistencia futura a Ucrania.
El reglamento que tiene prevista su aprobación en junio de este año 2023 será puesto en funcionamiento, a través de un programa de trabajo para los dos años previstos de duración, siguiendo una estructura con similitudes a la ya conocida para los EDF, si bien los consorcios serán de países, no de empresas.
El EDIRPA allanará el camino hacia un marco de la UE para la adquisición conjunta de defensa. Para ello, entre 2022 y 2023, la Comisión establecerá las condiciones del Programa Europeo de Inversiones en Defensa (European Defence Investment Programme (EDIP), a través del cual los Estados Miembros adquieran conjuntamente capacidades de defensa en colaboración, pudiendo proporcionar financiación asociada por parte de la UE en aquellos proyectos que sean considerados de gran interés.
Además de las herramientas y los instrumentos mencionados para incentivar la cooperación, la Comisión propone en su informe contar con una coordinación más ambiciosa en fases previas, para evitar que existan veintisiete enfoques nacionales descoordinados, permitiendo así la priorización conjunta. Para ello propone lo que denomina “programación y adquisición estratégicas en conjunto de la UE en materia de defensa” en la que participen los Estados Miembros, la EDA y la propia Comisión Europea. La Comisión, incluso propone que quien lleve a cabo esa función, actuase en el futuro como organismo central de compras para la adquisición conjunta de la UE y prestando incluso apoyo en la adquisición a los Estados miembros en sus adquisiciones conjuntas, incluso en la gestión de las últimas etapas de los proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa (EDF).
En el mes de marzo hemos visto la noticia de la EDA de la adquisición conjunta de munición de 155mm por parte de 23 naciones para apoyar a Ucrania. Y la primera semana de mayo, la Comisión Europea ha presentado un plan, denominado ASAP, un nuevo plan para impulsar la fabricación de armas en toda la UE, dotado de 500 millones de euros adicionales, provenientes del EDF y del EDIRPA.
Mas allá de proponer las compras conjuntas, y del apoyo a la incentivación de la industria Europea …. ¿Será viable programar y priorizar conjuntamente? Una cosa es apoyar en la coordinación, pero participar de algo tan propio como es la priorización nacional de las necesidades parece un paso adelante difícil de dar por las naciones.
La aparición de la Comisión Europea en estos asuntos conlleva por un lado posibilidades de futuro para la industria europea de defensa en su conjunto, y por otro, un reto si no se actúa correctamente respecto al futuro de las necesidades militares, y de las bases industriales y tecnológicas de los Estados Miembros entendidas individualmente.
GMV tiene clara vocación internacional, tal y como demuestra el ser adjudicatarios en 22 consorcios del EDF, lo que nos sitúa en ser la primera MIDCAP europea en nivel de participación en las iniciativas europeas . Por ello, estamos seguros que nuestras capacidades estarán a la altura de lo que se demande de la Industria Europea en el sector defensa
Autor: Begoña Rojo Carralero