La Tierra que recibimos y la Tierra que dejamos

Día de la madre Tierra

El Día Internacional de la Madre Tierra suena como el momento perfecto para detenernos un momento y meditar acerca de cómo nuestras acciones afectan el medio ambiente y qué medidas se pueden tomar para mejorar la Tierra que recibimos y la Tierra que dejaremos. La idea de Naciones Unidas cuando propuso este día en 2009, era la de crear conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y promover la sostenibilidad ambiental.

Y es aquí, en esta discusión acerca de cómo los granos de arena forman una playa, donde queremos centrarnos en el pequeño, pero importante aporte de la tecnología satelital para estudiar los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos y para encontrar soluciones efectivas.

Yo entré a trabajar en GMV en el año 2000, y desde entonces, la disponibilidad de datos geoespaciales, derivados o no de satélites ha aumentado exponencialmente tanto en cantidad como en calidad. Y no sólo eso, nuestra capacidad actual para procesar, entender e inferir semejante magnitud de datos también se ha multiplicado al mismo nivel. Gracias a estas capacidades, los científicos han podido estudiar el clima y el medio ambiente con una precisión sin precedentes. Estos estudios están siendo utilizados para entender mejor el cambio climático y debe de permitir a los gobiernos y organizaciones internacionales tomar decisiones en cuanto a la mitigación y adaptación, ya no se trata de discutirlo, se trata de mitigar el impacto. Por citar algunos ejemplos de aplicaciones:

  • Medición de los gases de efecto invernadero. Los satélites pueden medir concentraciones de dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera.

  • Monitorizar la calidad del aire, lo cual está directamente relacionado con la salud humana y el medio ambiente. Los satélites pueden medir la cantidad de distintos tipos de partículas que están en el aire y la concentración de contaminantes como el dióxido de nitrógeno y el ozono.

  • Seguimiento de la deforestación y la degradación de las masas forestales, este tema es esencial ya que la eliminación de los bosques es una de las principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero.

  • Estos puntos anteriores están directamente relacionados con los créditos de carbono; estos créditos son una herramienta financiera que se utiliza para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Para que el sistema de créditos de carbono funcione de manera efectiva, es necesario medir y monitorizar las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también poder estimar la cantidad de bosques y otros sumideros naturales de carbono.

  • Además, los datos satelitales también son útiles para monitorizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales como el Acuerdo de París. Los países que se comprometen a reducir sus emisiones deben informar regularmente sobre sus avances en la reducción de emisiones. Los datos satelitales pueden utilizarse para verificar la precisión de los informes y para detectar cualquier posible incumplimiento.

  • Monitorización de la temperatura de los océanos y de la atmósfera. Aquí, lo fundamental es comprender los patrones de circulación del agua y cómo el calentamiento global está afectando a los ecosistemas.

  • Detección de plásticos en los océanos. Un trozo de plástico individual no es visible desde satélite. Sin embargo, es muy habitual que la circulación marina los lleve a grandes agregaciones, mezclados con otros materiales. Estas agregaciones sí podrían detectarse remotamente.

Otro elemento importantísimo de los datos de satélite es que nos permiten disponer de largas series temporales de observaciones. Estos datos recopilados en intervalos regulares de tiempo permiten a los científicos comprender cómo ha cambiado el clima y lo más importante, cómo es probable que cambie en el futuro.

Por ejemplo, al analizar las series temporales de las temperaturas globales, los científicos han demostrado que la temperatura media del planeta ha aumentado significativamente en las últimas décadas debido al aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos datos también pueden ayudar a identificar patrones de clima extremo, como sequías, inundaciones y tormentas, que están aumentando en frecuencia e intensidad debido al cambio climático.

Las series temporales de datos también permiten evaluar la efectividad de las políticas de mitigación del cambio climático y planificar estrategias de adaptación en función de los cambios climáticos esperados. Aquí, podemos analizar efectos macro como la subida del nivel del mar, el impacto en la producción agrícola y los grandes desplazamientos humanos.

Finalmente, no hablamos sólo de mitigar los efectos del cambio climático, también tenemos que vivir con ellos. Inundaciones, huracanes, crisis humanitarias como conflictos armados y desplazamientos de población, que en algunos casos están relacionados con el cambio climático, necesitan de una respuesta rápida. El pequeño aporte de la observación de la tierra consiste en proporcionar imágenes para evaluar el impacto de los desastres y las crisis humanitarias. Las imágenes pueden mostrar los daños causados por los desastres naturales, lo que permite a los equipos de respuesta planificar mejor la distribución de recursos y la ayuda. Las imágenes también pueden ser utilizadas para identificar zonas afectadas por conflictos y para monitorizar el desplazamiento de la población.

Desde GMV estamos comprometidos en el desarrollo de servicios que aporten y ayuden en el conocimiento y mitigación del cambio climático, así, podemos mencionar:

  • Coordinación del proyecto ATIN-Blueco, centrado en blue economy: clusters de innovación, gestión de los recursos naturales atlánticos y ordenación del espacio marítimo, que pretende complementar la Iniciativa Regional Atlántica.

  • Dirección del proyecto World Soils que tiene por objeto desarrollar un sistema mundial de observación de la Tierra y vigilancia de los suelos (EO-SMS).

  • Coordinación del proyecto World Emission con el objetivo de mejorar el servicio de inventario global de emisiones extraído de datos de satélites de observación de la Tierra.

  • Participación en el programa GDA (Global Development Assistance) de la ESA donde lideramos los proyectos de clima y agricultura y participamos en los de energía limpia y agua.

  • Liderazgo del proyecto de investigación de la Comisión Europea, MRV4SOC, orientado al desarrollo de estándares de monitorización de captación de carbono en suelo.

El Día Internacional de la Madre Tierra nos recuerda que tenemos que cuidar de nuestro hogar compartido, y que debemos recordar que el cambio empieza por nosotros mismos. Debemos trabajar juntos y las pequeñas acciones marcarán la diferencia para las generaciones futuras.

Autor: Antonio Tabasco Cabezas

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