Un viaje de conocimiento: odisea de una tesis doctoral sobre la basura espacial
Desde pequeño he sentido curiosidad por comprender cómo funciona nuestro universo, desde las cosas más básicas y cotidianas, hasta las ideas e ingenios más complejos de la ciencia ficción. Durante los años en la universidad participé en investigaciones de diferentes campos hasta que apareció la basura espacial. La inquietud por aprender más me llevó a buscar oportunidades para seguir investigando y el proyecto fue seleccionado por la Comunidad de Madrid para realizar un doctorado industrial. La idea de este tipo de doctorado es potenciar la colaboración entre la industria (GMV) y la universidad (Universidad Carlos III de Madrid, UC3M). Por una parte, la industria conoce bien los problemas y retos a los que se enfrenta la sociedad y por otra, la universidad posee el conocimiento y creatividad para afrontar nuevos retos. En este caso, nos enfrentamos al uso sostenible del entorno espacial. Sin embargo, en este artículo me gustaría compartir mi experiencia tras realizar una tesis doctoral desde un punto de vista personal, dejando a un lado las ecuaciones y gráficas del alarmante crecimiento de la basura espacial.
El doctorado no ha sido algo complementario a mi trabajo en GMV, sino mi trabajo a jornada completa durante casi cinco años. Insisto en ello por todas las veces que alguien, generalmente ajeno al entorno académico, me ha preguntado: “pero además de hacer la tesis, ¿trabajas?”. Desgraciadamente, gran parte de la sociedad no termina de entender lo sacrificado que puede ser un trabajo científico, la dedicación que requiere, y lo importante que es seguir apostando por ella. Es una tarea que requiere mucha motivación. Se podría decir que una tesis doctoral se divide en tres pasos. Primero, se identifica un problema existente que se quiere resolver o un fenómeno desconocido que se quiere comprender. Segundo, se estudia en profundidad al área de conocimiento relacionado. Tercero, se investiga durante años para ampliar la frontera del conocimiento.
Todo esto requiere un gran esfuerzo, ya que un doctorado suele ser un proyecto personal en el que muchas veces te sientes perdido y solo ante el abismo. Los problemas de salud mental de los estudiantes de doctorado son un hecho, desde conciliación de la vida laboral y personal, hasta el estrés e incertidumbre al que estás sometido. En mi caso, he tenido la suerte de contar con dos maravillosos tutores en cada lado (universidad y empresa), un grupo de compañeros de GMV estupendo y, además, un gran apoyo de mi pareja, amigos y familia. Este ambiente positivo me ha permitido llegar a disfrutar del proceso, incluso con una pandemia entre medias.
A pesar de las dificultades y aspectos más negativos, permitidme que también me detenga en los puntos positivos. Trabajar en tu propio proyecto te da libertad para explorar nuevas ideas y también gran satisfacción cuando consigues resolver un problema. El enfoque científico te permite profundizar en los aspectos básicos y alcanzar un conocimiento técnico avanzado. También he podido asistir a muchos congresos científicos internacionales (Bremen, Múnich, Logroño, Maui, Houston, etc.) para conocer de primera mano en qué está trabajando la comunidad y también aportar mi granito de arena, presentando los resultados de mi tesis. Más allá de los viajes, que también son interesantes, poder tomarte un café (o unas cervezas) con personas que están trabajando en el tema desde otros enfoques, es muy enriquecedor.
Como tengo la suerte de trabajar en lo que me apasiona, también disfruto divulgando ciencia y transmitiendo al público general mi trabajo. El uso sostenible del ambiente espacial es uno de los grandes problemas que los seres humanos hemos creado y es por tanto, nuestra responsabilidad trabajar en ello para resolverlo. Hace un mes recibí la noticia de que la Fundación ENAIRE seleccionó mi tesis para los XXVIII Premios Aeronáuticos en la categoría de espacio. Me siento orgulloso de que se reconozca mi esfuerzo y también de que se dé visibilidad al problema de la basura espacial. Espero que este reconocimiento ayude a que los jóvenes talentos se interesen en el tema, y quizá también, quién sabe, decidan aventurarse en un doctorado.
Autor: Alejandro Pastor
Subido por Wahyudin Syam (no verificado) el Dom, 21/01/2024 - 20:21