En el III Congreso de Ciberseguridad de Málaga, organizado por la Agencia Digital de Andalucía a través de su Centro de Ciberseguridad (CIAN), se disfrutó de una interesante mesa de debate sobre "Estrategias en Ciberdefensa", moderada por María Pérez, Directora General de Estrategia Digital de la Agencia Digital de Andalucía y en la que participaron el coronel del Mando Conjunto del Ciberespacio y Director de la Escuela Militar de Ciberoperaciones (EMCO) Francisco Palomo; Mariano Benito, CISO de Secure e-Solutions de GMV, y Ángel López  coordinador del grupo de Ciberseguridad de TEDAE, Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, entre otros.

Al inicio de la mesa se constató la creciente presencia de servicios TIC en la vida de las personas. Este mayor uso viene acompañado de nuevas amenazas y un abanico de nuevos riesgos, incluyendo a los cibercriminales y posibles conflictos en el ciberespacio entre naciones. Por ello, es preciso comprender y abordar las amenazas cibernéticas de manera que los Estados tengan capacidades suficientes de ciberdefensa como, y cuando así se decida, capacidades ofensivas. Según señaló el coronel del Mando Conjunto, Alberto Palomo, España ha decidido no desarrollar aun estas capacidades, a pesar de la militarización y la geopolitización del ciberespacio. Y se es consciente de que los conflictos pueden tener lugar tanto en el mundo físico como en el ciberespacio.

A este respecto, la intervención del coronel Palomo sobre la guerra de Ucrania resultó de gran interés, destacando cómo este país tenía presente desde 2014 la posibilidad de un conflicto abierto con Rusia y se preparó digitalmente para ello durante ocho años. Así, cuando el riesgo se materializó, pudo mantener activas en todo momento sus comunicaciones y aprovechar al máximo las capacidades de la tecnología para ser más eficientes en sus operaciones bélicas. 

En cuanto a la aplicación de las tecnologías más disruptivas en defensa, como se señaló, habiendo amplio margen por explorar en España, hemos de ser valientes y no tener miedo al fracaso, porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros.  

Mariano Benito se sumó a la posición del coronel Palomo incidiendo en que en la compañía “ya estamos trabajando con tecnologías innovadoras, con casos de uso en tecnologías cuánticas o de IA, que pueden resultar de gran ayuda en el sector de la defensa”. La colaboración público-privada facilita que el sector privado innove y que los desarrollos sean testados por Defensa, porque “al ir al campo de batalla, es cuando vamos a validar estas tecnologías”. Benito aprovechó su intervención para referirse a otro desarrollo de la multinacional de ingeniería como otro ejemplo de su apuesta por la innovación: la identidad digital autosoberana, programa enmarcado en el proyecto de I+D+i “Luis Valle”, que cuenta con el refrendo del INCIBE. 

En la apuesta por la innovación, como aseguró el experto de GMV, las PYMES tienen muchas posibilidades de arriesgar y ofrecer propuestas de valor interesantes, colaborando a través proveedores con más llegada a este mercado que cumplen las condiciones de acreditación de defensa. Como ejemplo, en su momento lo hizo GMV, “que nació siendo PYME y 40 años después hemos pasado a ser un grupo empresarial”. 

El reto por el talento: creación frente a retención 

La mesa redonda también debatió el reto de la creación, captación y conservación del talento en ciberseguridad, tanto para las Fuerzas Armadas como para el sector privado. En un contexto digital, con el teletrabajo como factor de la deslocalización de los recursos humanos, nos encontramos tanto con oportunidades como con desventajas. En este contexto, Mariano Benito señaló que las condiciones de mercado en España no permiten ofrecer al capital humano que se forma en España una remuneración competitiva frente a ofertas de otros países, generando un flujo de salida de talento que penaliza al país y a todos los sectores. Por su parte, desde TEDAE se apuntó la posibilidad de prestar servicios desde España a otros países, teniendo los salarios más bajos de profesionales muy cualificados, como ventaja competitiva.  

En Defensa han encontrado una solución creativa creando hace un año la Escuela Militar de Ciberoperaciones. Como explicó Palomo, si bien no pueden competir en el mercado de trabajo utilizando los salarios como arma, han aprovechado el talento interno para “crear talento” mediante la formación. El director de la escuela explicó que están cualificando a personas de tropa y marinería que cuentan con formación profesional de grado medio con cursos de 750 horas, obteniendo resultados muy positivos”. En septiembre “comenzaremos la formación con suboficiales y enero con oficiales”. Porque, “como los profesionales que hemos perdido son del máximo nivel, intentamos crear masa crítica para que las fugas no hagan resentirse a nuestros recursos humanos”. El objetivo es “lograr la rentabilidad de nuestra formación, si a los siete años se van al sector privado, no importa porque trabajamos todos en el mismo objetivo”. 

Como conclusiones de la mesa de debate, los participantes coincidieron en la colaboración público-privada para la adopción eficaz de tecnologías innovadoras, y en la necesidad de trabajar conjuntamente para que el talento nacional contribuya en la ciberdefensa del país.