Tecnología y valentía para una salud digital equitativa de calidad
Tú, enfermo crónico, o familiar de uno, ¿recuerdas cuando teníais que viajar con la medicación a cuestas para pasar tus vacaciones en otra comunidad autónoma? O tú, buen hijo, ¿retienes tu imagen llevando los informes médicos de tus ancianos padres bien organizados en una carpeta, por si sufrían un arrechucho en su casa de vacaciones? Como a medida que cumplimos años el tiempo se escapa como el agua entre los dedos, puede que creas que sucedió hace décadas, pero lo cierto es que no han transcurrido más que cinco años desde que todos los enfermos crónicos españoles podemos retirar nuestras medicinas en cualquier farmacia del país. También en 2019 se concluyó la integración de todas las CC.AA. en la Historia Clínica Digital, lo que les permite compartir información clínica relevante en soporte electrónico con cualquier servicio del SNS al ser solicitado por el ciudadano.
Ambos logros muestran la voluntad y el consenso alcanzados en la gestión sanitaria para impulsar cambios en beneficio de la salud del ciudadano, materializados gracias a la tecnología digital. En el Día Mundial de la Salud, hemos de felicitarnos por ellos y ¿por qué no? aprovechar también para reclamar. Reclamar, por ejemplo, que este espíritu colaborador logre homologar la oferta de todas las farmacias hospitalarias, lo que libraría a los enfermos crónicos de tener que cargar con su medicina fuera de su C.A., a la vez que contribuiría a una sanidad equitativa para todos, viviéramos donde viviéramos. La digitalización de la salud no es solo cuestión de tecnología, también lo es de decisiones valientes y de tenacidad para lograr mejoras.
Impulso a la digitalización de la salud
Las herramientas digitales, entre otras cosas, permiten sacar partido a los datos de salud que se van recogiendo en la Historia Clínica Digital, permitiendo avances tanto en la aplicación de una medicina personalizada como en la investigación farmacológica. La IA es capaz de extraer información y generar conclusiones a partir de volúmenes gigantes de datos, puede ayudar a los especialistas en la elección de la terapia adecuada para cada paciente, incorporando diversos factores que inciden en su salud, tales como sus hábitos de vida o su genética, siempre y cuando se realicen los análisis correspondientes para conocer el legado de los padres.
En el Día Mundial de la salud, también hemos de alegrarnos porque el Servicio Extremeño de Salud ha marcado un hito al incorporar en la HCE de todos los extremeños su análisis genético, lo que sin duda redundará en una mejora de la salud de la población y en la eficiencia al gestionar sus recursos. Lo ha hecho en el marco del proyecto MedeA contando con tecnología de Inteligencia Artificial de GMV para, como indica el Dr. Adrián Llerena, líder médico del proyecto, «facilitar en primera instancia qué medicamentos van a ser más efectivos para el paciente, conocer la mejor combinación de entre todas las posibles y las dosis más recomendables, así como qué fármacos debería evitar para eludir reacciones adversas y prevenir interacciones y fallos terapéuticos». También en este Día Mundial podemos pedir que este proyecto se haga extensible a los distintos sistemas de salud de nuestro país, con el objetivo de disponer de una política de salud equitativa para todos los españoles.
Porque, ¿para qué seguir prescribiendo un medicamento de absorción deficiente por parte del enfermo que no mejora su salud generándole efectos secundarios al tiempo que supone un despilfarro económico?, O ¿cómo saber si un fármaco dispensado para mitigar los efectos del climaterio no reduce la eficacia del tratamiento de una paciente con una enfermedad crónica, llegando incluso a hacerlo inútil? Si cada paciente es único e irrepetible, no cabe pensar que una medicina puede provocar el mismo efecto en todas las personas, pero una sanidad digital de calidad y equitativa sí puede hacerlo. En el Día Mundial de la Salud, nos felicitamos por todo lo conseguido hasta ahora, con el deseo de que la valentía y la tenacidad continúen marcando la tónica de nuestros gestores.
Autor: Maole Cerezo