Regulación, digitalización y colaboración, tres aspectos cruciales para afrontar el reto de la sostenibilidad en logística y transporte
Con el título “Avanzando en la descarbonización y la transformación digital de la industria: transporte y logística”, enerTIC organizó un nuevo Desayuno-Coloquio en el mes de abril con el fin de compartir los principales desafíos a los que se enfrenta esta industria en materia de sostenibilidad y digitalización de cara a los próximos años.
En el debate participaron representantes de distintas compañías del sector del transporte y la logística (Bergé, Carreras, GLS, Koiki, Logista, Mercamadrid, Method, Puertos del Estado, Scania y Transmediterránea Logística); entidades colaboradoras como Asociación Española del Transporte (AET) y Centro Español de Logística (CEL) y empresas tecnológicas como GMV.
Avanzando por el camino de la sostenibilidad
Actualmente el sector de la logística y el transporte representa un segmento fundamental en la economía española, pues equivale en torno al 7% del PIB. Incluso, esta cifra se puede elevar al 10% si se añaden las actividades de carácter logístico que llevan a cabo empresas industriales, comerciales y de servicios, según el organismo Invest in Spain. Con todo ello, su cifra de negocio anual supera los 100.000 millones de euros.
En este contexto, esta industria se encuentra en pleno proceso de evolución y transformación para adaptarse a las regulaciones medioambientales que se han aprobado en los últimos años. Las empresas del sector, según explicaron los participantes en el coloquio, se muestran comprometidas con adaptar sus operaciones a las nuevas exigencias regulatorias que se establecen en España y en Europa. Ahora bien, esto implica no sólo una revisión de sus estrategias de negocio, sino también significativas inversiones en tecnología e infraestructura para cumplir con los estándares de sostenibilidad establecidos.
Afortunadamente, ya están dando los primeros pasos en este sentido, adoptando medidas para minimizar su huella de carbono. Esto incluye la implementación de sistemas avanzados de gestión energética; la adaptación de instalaciones logísticas para maximizar la eficiencia y reducir el impacto medioambiental; la implantación de rutas más eficientes, especialmente en el transporte de última milla; y la modernización de flotas, apostando por vehículos eléctricos y nuevas fuentes de energía como el gas natural o los biocombustibles.
El papel destacado de la tecnología
Claro que todo este proceso hacia la descarbonización no sería posible sin el apoyo de la innovación tecnológica. Sin embargo, no todas las compañías del sector tienen el mismo grado de digitalización, con una diferencia notable entre las grandes empresas y las más pequeñas y los autónomos, que precisan avanzar más en el camino de la transformación digital.
Un buen punto de partida, según los asistentes al coloquio, sería la implementación de soluciones que permitan la digitalización de procesos que antes dependían de la gestión manual. Esto incluye la transición de documentos de papel a formatos digitales y la utilización de sistemas avanzados para la gestión de inventarios, flotas y rutas. Además, se debería avanzar también en la implementación de tecnologías para recopilar, procesar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real. Esto permitiría mejorar las operaciones internas, así como adelantarse a las necesidades del mercado y responder de manera proactiva a las expectativas de los clientes.
Por otro lado, durante el coloquio también se hizo referencia al uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, que pueden ayudar a mejorar la planificación y ejecución de las operaciones logísticas. Estas herramientas no sólo impulsan la eficiencia operativa, sino que ayudan a las empresas a reducir sus emisiones de carbono. Por ejemplo, la optimización de rutas mediante IA reduce los costes operativos y disminuye el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Paralelamente, la automatización de los sistemas de gestión de almacenes y las herramientas de planificación de transporte en tiempo real pueden facilitar un mejor manejo y visibilidad del inventario y las operaciones logísticas.
Proteger sus operaciones contra riesgos cibernéticos mediante herramientas de ciberseguridad TI y OT que aseguren la continuidad de las actividades logísticas e invertir en la formación de su personal para manejar eficazmente estas nuevas tecnologías también son aspectos fundamentales que se deben en cuenta en el sector. Además, esta industria ha de hacer frente al problema de la falta de personal cualificado que pone en jaque el relevo generacional.
Tecnología y regulación
Para finalizar, los asistentes al coloquio pusieron de manifiesto el gap existente entre el avance de la tecnología y la normativa. La excesiva burocracia, los altos impuestos y las estrictas regulaciones están creando un entorno operativo complejo y costoso, que puede obstaculizar la eficiencia y la competitividad de las empresas. Además, la carga administrativa no sólo consume tiempo y recursos, sino que también puede retrasar la implementación de nuevas soluciones tecnológicas y operativas. Asimismo, los impuestos elevados pueden reducir los márgenes de beneficio, afectando la capacidad de inversión en innovación.
Para hacer frente a ello, se debe impulsar la colaboración público-privada y, sobre todo, las empresas del sector deben generar espacios donde colaborar y compartir información. Esta estrategia les permitirá no sólo cumplir con las exigencias actuales, sino también posicionarse mejor en un mercado global cada vez más competitivo. De hecho, el fortalecimiento de las sinergias entre diversos actores de esta industria y gubernamentales será crucial para el desarrollo sostenible del sector.